Nuestras entradas lo dejaban bien claro: Nacho Vegas "& Amigos". Lo que nunca nos hubiéramos imaginado es que estos amigos no fueran tan solo los artistas que acompañaron al asturiano durante el concierto, sino que también lo fuéramos el público allí presente.
Nacho Vegas se plantó el pasado viernes 27 de enero en el Palau de la Música Catalana como parte de la variopinta programación del 13 Festival Mil·leni. Venía a presentar su último EP, Cómo hacer crac (publicado en 2011 y disponible en descarga directa desde la web de Radio 3), tal vez el conjunto de canciones más reivindicativo de su carrera y al que dedicó, junto al repertorio de La Zona Sucia (2011), la mayor parte del concierto.
"Vamos a tocar canciones de amor y resistencia", espetó Vegas después de los temas iniciales, buscando y encontrando la complicidad de los asistentes. Y así fue. Acto seguido apareció su compañero en Marxophone Raül Fernández (Refree), con el que interpretó una emocionante versión de "Gallo rojo, gallo negro (Los dos gallos)", del cantautor antifranquista Chicho Sánchez Ferlosio (servidor desconocía por completo la canción y la historia de este malogrado cantautor. Vale la pena echarle un ojo al artículo de Wikipedia).
Fue la primera ovación de la noche por parte de un público que cada vez se sentía más cerca de Vegas, de sus magníficas letras y de su imaginario particular. Pero el que parecía sentirse en el Palau como en casa era el propio Nacho. Una sensación de complicidad que se debió incrementar cuando Fernando Alfaro (también amigo y compañero en Marxophone) entró en el escenario para cantar junto a él una canción tradicional minera asturiana.
Todo parecía indicar que esa no era una noche más en la larga trayectoria de Nacho. Esa era la noche en que cantaría lo que más le apeteciera (ya fuera un tema propio, una versión, un himno del folclore popular), con quién le apeteciera, del modo que le apeteciera. Como si, en vez de público, se sintiera arropado por un grupo de amigos con los que tuviera total confianza. Una bonita forma de agradecer a sus fieles seguidores todos estos años de canciones.
Tal vez los mejores momentos del concierto los encontramos en su parte final. Excelentemente acompañado por las hermanas Álvarez de Pauline en la Playa, interpretó "Taberneros" y "Perplejidad" y, para despedirse, volvió a reunir a todos los músicos que habían participado en su concierto para versionar "This Land Is Your Land". Tampoco faltaron temas claves de su discografía, como la ya clásica "La gran broma final" (incluida en la lista de Los 40 Principales de 2011) o "Ocho y medio". Pero el público, convertido ya en amigo de Vegas, se fue pidiendo más. Nos debes un bis, Nacho.
martes, 31 de enero de 2012
domingo, 29 de enero de 2012
Canción de la semana: "Straight Up and Down", de The Brian Jonestown Massacre
Canción: Straight Up and Down
Autor: Anton Newcombe
Intérpretes: The Brian Jonestown Massacre
Disco: Tepid Peppermint Wonderland: A Retrospective (2004)
Letra:
I try to see
Well I guess that I'm blind
It's fine with me
Cause I'm going to keep trying
And I've made disapointment
My very best friend
I wait and see
Who your going to be and when
We don't want you be yourself
You see
We want you to free yourself
It does no good to pretend
That you are free
I can not see you
I love you
But it drags me down
I never felt
Like I feel when I'm frying
I don't care
Where I'm living or I'm dying
We just want you to free yourself
You see
We want you to free yourself
It does no good to pretend
That you are me
Why don't you be you
I love you but
You drag me down
Cause I know it so well
How I never could tell
Who's my very best friend?
How I know you so well
I could make you be me.
viernes, 27 de enero de 2012
El fin de Megaupload: ¿una oportunidad?
Hace más de dos años escribí en un artículo de este mismo blog que las discográficas, ante el auge de la piratería, se daban una y otra vez contra la misma pared y parecían funcionar a ciegas. Pocos meses después, Spotify aparecía dispuesta a cambiar el consumo de música online. Y lo ha conseguido, con millones de usuarios alrededor del mundo.
El pasado 19 de enero, el FBI decidió cerrar por las buenas Megaupload, alegando que infringía las leyes del Copyright en pro del lucro personal del que ya se conoce como "Gordo de Megaupload". Un acto de hipocresía sin precedentes, pues detrás de la denuncia están los que siempre han obtenido beneficios por el Copyright - aunque, claro está, ellos se amparan en una legislación que se ha vuelto retrógrada y deficiente desde que apareció internet -.
Pero este post no tiene intención de criticar la detención y cierre de Megaupload (para esto ya hay mucha más gente y más informada). Por contra, intentaré reflexionar sobre las alternativas y caminos que se abren tras este primer bombardeo perpetrado por los grupos de presión (listados aquí), que ya ha desencadenado reacciones tan notorias como la subida a la red de los discos y películas de Sony por parte de Anonymous.
Y es que, tal y como sucedió a finales de 2009, nos encontramos ante un escenario beligerante en el que las grandes corporaciones no dan el brazo a torcer, apoyados por sus respectivos gobiernos. Afortunadamente, cada vez aparecen más y mejores proyectos que intentan poner un poco de paz y sentido común a la maltrecha "industria del entretenimiento". Ya se sabe: en internet, el fin de un servicio supone el inicio de muchos otros. Sucedió con Spotify, así que ¿por qué no puede pasar ahora?
Es evidente que los mass media apoyarán, de todas todas, cualquier acto similar al que hemos vivido estos días. De hecho, ya ha sucedido: según El Mundo, el cierre de Megaupload ha hecho que los cines se volvieran a llenar. Una información que, además de absolutamente falsa, puede llevar a conclusiones peligrosamente erróneas. Pero que nadie se equivoque: que haya cerrado Megaupload no va a suponer un incremento de ventas de discos, no va a suponer más recaudación en los cines, no va a ser la solución que esperan los magnates de la industria. Y no lo va a ser por una simple razón: la gente continuará compartiendo archivos (como siempre) hasta que hayan ofertas razonables para no hacerlo.
Así que tenemos que fijar nuestro punto de vista hacia proyectos como el americano Rdio, que ofrece música en streaming (sin publicidad) por una cuota mensual que va desde 5 hasta 10 dólares dependiendo del tipo de servicio que queramos recibir. El enfoque es similar a otros que ya conocemos, pero Rdio abarca la interacción entre usuarios de un modo más completo que cualquier otro proyecto existente. También tenemos que estar atentos al desembarque de Rhapsody y a la eclosión definitiva de Google Music. Todos ellos con planteamientos parecidos, diferenciados básicamente por la extensión de su catálogo de artistas.
La lista es larga: Biit, Splash o el interesante iCloud de Apple (aunque este último es diferente a las demás) son solo unos ejemplos de lo que está por llegar. Ejemplos que ponen de relieve la necesidad de comprender al usuario, de darle todas las facilidades posibles para que escuche (o vea, o lea, o...) tus productos, de entender que "compartir" puede dar muchos más beneficios que "comprar", y que "comprar" no tiene por qué ser nunca más un disco en formato físico.
El pasado 19 de enero, el FBI decidió cerrar por las buenas Megaupload, alegando que infringía las leyes del Copyright en pro del lucro personal del que ya se conoce como "Gordo de Megaupload". Un acto de hipocresía sin precedentes, pues detrás de la denuncia están los que siempre han obtenido beneficios por el Copyright - aunque, claro está, ellos se amparan en una legislación que se ha vuelto retrógrada y deficiente desde que apareció internet -.
Pero este post no tiene intención de criticar la detención y cierre de Megaupload (para esto ya hay mucha más gente y más informada). Por contra, intentaré reflexionar sobre las alternativas y caminos que se abren tras este primer bombardeo perpetrado por los grupos de presión (listados aquí), que ya ha desencadenado reacciones tan notorias como la subida a la red de los discos y películas de Sony por parte de Anonymous.
Y es que, tal y como sucedió a finales de 2009, nos encontramos ante un escenario beligerante en el que las grandes corporaciones no dan el brazo a torcer, apoyados por sus respectivos gobiernos. Afortunadamente, cada vez aparecen más y mejores proyectos que intentan poner un poco de paz y sentido común a la maltrecha "industria del entretenimiento". Ya se sabe: en internet, el fin de un servicio supone el inicio de muchos otros. Sucedió con Spotify, así que ¿por qué no puede pasar ahora?
Es evidente que los mass media apoyarán, de todas todas, cualquier acto similar al que hemos vivido estos días. De hecho, ya ha sucedido: según El Mundo, el cierre de Megaupload ha hecho que los cines se volvieran a llenar. Una información que, además de absolutamente falsa, puede llevar a conclusiones peligrosamente erróneas. Pero que nadie se equivoque: que haya cerrado Megaupload no va a suponer un incremento de ventas de discos, no va a suponer más recaudación en los cines, no va a ser la solución que esperan los magnates de la industria. Y no lo va a ser por una simple razón: la gente continuará compartiendo archivos (como siempre) hasta que hayan ofertas razonables para no hacerlo.
Así que tenemos que fijar nuestro punto de vista hacia proyectos como el americano Rdio, que ofrece música en streaming (sin publicidad) por una cuota mensual que va desde 5 hasta 10 dólares dependiendo del tipo de servicio que queramos recibir. El enfoque es similar a otros que ya conocemos, pero Rdio abarca la interacción entre usuarios de un modo más completo que cualquier otro proyecto existente. También tenemos que estar atentos al desembarque de Rhapsody y a la eclosión definitiva de Google Music. Todos ellos con planteamientos parecidos, diferenciados básicamente por la extensión de su catálogo de artistas.
La lista es larga: Biit, Splash o el interesante iCloud de Apple (aunque este último es diferente a las demás) son solo unos ejemplos de lo que está por llegar. Ejemplos que ponen de relieve la necesidad de comprender al usuario, de darle todas las facilidades posibles para que escuche (o vea, o lea, o...) tus productos, de entender que "compartir" puede dar muchos más beneficios que "comprar", y que "comprar" no tiene por qué ser nunca más un disco en formato físico.
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lunes, 23 de enero de 2012
Canción de la semana: "Padam", de Benjamin Biolay
Canción: Padam
Autor: Benjamin Biolay
Intérpretes: Benjamin Biolay, Marc Chouarain, Thomas Coeuriot, Félix Sabal·leco
Disco: La Superbe (2009)
Letra:
Bien souvent je me suis réveillé avant le lever du soleil
Avant de quitter l'hôtel, engoncé dans mon complet croisé
Si souvent, j'ai gardé pour moi mes vicissitudes et mes vices
Et tourments, tournis, turpitudes, l'horreur d'un souvenir passé
J'attendais en vain que le monde entier m'acclame
Qu'il me déclare sa flamme dans une orgie haut de gamme
Padam padam padam padam pam pam
Souvent, je me suis pris pour un autre et j'ai fait des doubles fautes
Double sec, double dose, double dame avec les femmes d'un autre
Plus souvent qu'à mon tour j'ai bu le sang des vautours
J'ai cru les gens qui m'entourent qui rêvent de bonheur
Mais se foutent éperdument du nôtre
J'attendais en vain que le monde entier m'acclame
Qu'il me déclare sa flamme dans une orgie haut de gamme
Padam padam padam padam pam pam
Si, souvent, sur la sellette, je rêvais de paillettes
Long est le chemin qui mène à la faillite en presque tous les domaines
Si, souvent, j'ai broyé du noir, du gris
Du magenta, du marc, de l'eau-de-vie
De l'art de vivre sans personne qui t'aime
J'attendais en vain que le monde entier m'acclame
Qu'il me déclare sa flamme dans une orgie haut de gamme
Padam padam padam padam pam pam.
jueves, 19 de enero de 2012
Trombone Shorty: For True
Que el ritmo corre por las venas de Troy Andrews (aka Trombone Shorty) quedó muy claro con su anterior álbum, el imprescindible Backatown (2010), gracias al cual alcanzó una relativa popularidad a nivel internacional. Su continuación, titulada For True (2011), volvió a situarlo en lo más alto con los mismos ingredientes: funk, jazz, rock, hip hop y una gran cantidad de talento.
Y es que es necesario tener mucho talento para atreverse a hacer lo que hace Trombone Shorty. No puede evitar ser de Nueva Orleans, y eso se nota. Su dominio del trombón, su instrumento principal, es incuestionable, mientras que en For True también se atreve con la trompeta, el órgano, la batería y muchos otros. Y canta, claro está. Quizás mejor que nunca.
Arropado por esos explosivos músicos apodados Orleans Avenue, Trombone Shorty empieza For True tal y como acabó Backatown: "Buckjump" tiene ritmos contundentes, urbanos, sobre los que improvisar. En "Encore" se encuentra la primera colaboración estelar: la del legendario guitarrista Warren Heynes (ex-The Allman Brothers), para luego pasar al tema instrumental que da título al álbum. En "Do To Me", tal vez la canción con más espíritu de single, hay un solo de otro guitarrista de leyenda: nada más ni nada menos que Jeff Beck.
"The Craziest Things" muestra la capacidad de Trombone Shorty para componer grandes temas que podrían aparecer en las radios de medio mundo si el mundo funcionara de otra manera. "Dumaine St." vuelve a conectarnos con el citado Backatown, mientras que en "Mrs. Orleans" vuelve otro colaborador de renombre, el multidisciplinar Kid Rock. A la fiesta se apuntan también los Neville Brothers ("Nervis"), Ledisi ("Then There Was You") y Lenny Kravitz ("Roses"), considerado el principal mentor de Troy Andrews.
For True y Backatown son dos de los discos más refrescantes de los últimos tiempos. No os los perdáis, y tampoco le perdáis la vista a Trombone Shorty, porque la fiesta acaba de empezar.
Puedes escuchar For True de Trombone Shorty en Spotify.
Y es que es necesario tener mucho talento para atreverse a hacer lo que hace Trombone Shorty. No puede evitar ser de Nueva Orleans, y eso se nota. Su dominio del trombón, su instrumento principal, es incuestionable, mientras que en For True también se atreve con la trompeta, el órgano, la batería y muchos otros. Y canta, claro está. Quizás mejor que nunca.
Arropado por esos explosivos músicos apodados Orleans Avenue, Trombone Shorty empieza For True tal y como acabó Backatown: "Buckjump" tiene ritmos contundentes, urbanos, sobre los que improvisar. En "Encore" se encuentra la primera colaboración estelar: la del legendario guitarrista Warren Heynes (ex-The Allman Brothers), para luego pasar al tema instrumental que da título al álbum. En "Do To Me", tal vez la canción con más espíritu de single, hay un solo de otro guitarrista de leyenda: nada más ni nada menos que Jeff Beck.
"The Craziest Things" muestra la capacidad de Trombone Shorty para componer grandes temas que podrían aparecer en las radios de medio mundo si el mundo funcionara de otra manera. "Dumaine St." vuelve a conectarnos con el citado Backatown, mientras que en "Mrs. Orleans" vuelve otro colaborador de renombre, el multidisciplinar Kid Rock. A la fiesta se apuntan también los Neville Brothers ("Nervis"), Ledisi ("Then There Was You") y Lenny Kravitz ("Roses"), considerado el principal mentor de Troy Andrews.
For True y Backatown son dos de los discos más refrescantes de los últimos tiempos. No os los perdáis, y tampoco le perdáis la vista a Trombone Shorty, porque la fiesta acaba de empezar.
Puedes escuchar For True de Trombone Shorty en Spotify.
domingo, 15 de enero de 2012
Canción de la semana: "No mires a los ojos de la gente", de Golpes Bajos
Canción: No mires a los ojos de la gente
Autores: Teo Cardalda, German Coppini
Intérpretes: Golpes Bajos
Disco: Golpes Bajos (1983)
Letra:
No mires a los ojos de la gente,
me dan miedo, mienten siempre.
No salgas a la calle cuando hay gente,
¿y si no vuelves? ¿Y si te pierdes?
Escóndete en el cuarto de los huéspedes,
con todo a oscuras no pueden verte.
Las calles se van llenando de gente,
en mi escondite puedes quererme.
Puedes quererme.
Quédate a mi lado,
no lo pienses más.
No mires a los ojos de la gente,
me dan miedo, mienten siempre.
No salgas a la calle cuando hay gente,
¿y si no vuelves? ¿Y si te pierdes?
¿Y si te pierdes?
Escóndete en el cuarto de los huéspedes,
con todo a oscuras no pueden verte.
Las calles se van llenando de gente,
en mi escondite puedes quererme.
Puedes quererme.
Quédate a mi lado,
no lo pienses más.
viernes, 13 de enero de 2012
[No Indie] The Black Eyed Peas: Elephunk
Olvida la imagen que tienes de los Black Eyed Peas actuales. Olvida lo mal que te cae Will.I.Am. Deja los “Boom Boom Pow” y los “I Gotta Feeling” a un lado. Entonces, solo entonces, empieza a escuchar Elephunk (2003), el álbum que les encumbró como uno de los grupos más exitosos del siglo XXI, con millones de discos vendidos alrededor del mundo.
Continúa leyendo la reseña de Elephunk de The Black Eyed Peas en Dímelorápido
Continúa leyendo la reseña de Elephunk de The Black Eyed Peas en Dímelorápido
martes, 10 de enero de 2012
Laura Nyro: Eli and the Thirteenth Confession
Laura Nyro fue una de las compositoras pop más importantes del siglo pasado, aunque su nombre no sea recordado como se merece (imperdonable olvido que sucede muy especialmente en nuestro país). Autora de canciones legendarias en forma de encargo para famosos artistas que van desde Barbra Streisand hasta Peter, Paul & Mary, Nyro también tuvo una carrera propia en la que destacan álbumes como New York Tendaberry (1969), Christmas and the Beads of Sweat (1970) o el que nos ocupa ahora, Eli and the Thirteenth Confession (1968).
Es en Eli and the Thirteenth Confession donde encontramos la que tal vez sea la mejor colección de canciones de Nyro, que nos descubre su innegable talento compositivo e interpretativo. Se publicó en una época de gran creatividad, en la que se empezaba a experimentar con nuevas vías para la música (1968 es el año del White Album de The Beatles, del White Light/White Heat de The Velvet Underground o del Waiting For The Sun de The Doors) y la cantante estadounidense enseñó el camino a seguir en el género que más dominaba: el pop.
Y es que Nyro entendía el pop como una mezcla de jazz, soul, funk, country y R&B. Y Eli and the Thirteenth Confession tiene todos los elementos de esta fórmula elevados a la máxima potencia, acompañados además por una pincelada teatral y operística. Una mezcla que dignificó como ninguna otra un género demasiado maltrecho a lo largo del tiempo.
La personalidad de Nyro se ve reflejada desde el primer segundo del disco (literalmente), cuando empieza "Luckie", un tema que coquetea con el jazz para afrontar un primerizo R&B. A partir de ahí se suceden, una tras otra, auténticas joyas que nunca deberían caer en el olvido: la folk "Poverty Train", la completísima "Eli's Comin'", la casi-góspel "Sweet Blindness" o la simplemente genial "Stoned Soul Picnic" (estas dos últimas popularizadas posteriormente por The 5th Dimension) son sólo algunas muestras.
Eli and the Thirteenth Confession es un álbum que nos recuerda la época en la que se creaban grandes canciones, con especial atención y mimo a los arreglos y a las melodías. Un método de componer e interpretar que, lamentablemente, parece que se va perdiendo día a día.
Puedes escuchar Eli and the Thirteenth Confession de Laura Nyro en Spotify.
Es en Eli and the Thirteenth Confession donde encontramos la que tal vez sea la mejor colección de canciones de Nyro, que nos descubre su innegable talento compositivo e interpretativo. Se publicó en una época de gran creatividad, en la que se empezaba a experimentar con nuevas vías para la música (1968 es el año del White Album de The Beatles, del White Light/White Heat de The Velvet Underground o del Waiting For The Sun de The Doors) y la cantante estadounidense enseñó el camino a seguir en el género que más dominaba: el pop.
Y es que Nyro entendía el pop como una mezcla de jazz, soul, funk, country y R&B. Y Eli and the Thirteenth Confession tiene todos los elementos de esta fórmula elevados a la máxima potencia, acompañados además por una pincelada teatral y operística. Una mezcla que dignificó como ninguna otra un género demasiado maltrecho a lo largo del tiempo.
La personalidad de Nyro se ve reflejada desde el primer segundo del disco (literalmente), cuando empieza "Luckie", un tema que coquetea con el jazz para afrontar un primerizo R&B. A partir de ahí se suceden, una tras otra, auténticas joyas que nunca deberían caer en el olvido: la folk "Poverty Train", la completísima "Eli's Comin'", la casi-góspel "Sweet Blindness" o la simplemente genial "Stoned Soul Picnic" (estas dos últimas popularizadas posteriormente por The 5th Dimension) son sólo algunas muestras.
Eli and the Thirteenth Confession es un álbum que nos recuerda la época en la que se creaban grandes canciones, con especial atención y mimo a los arreglos y a las melodías. Un método de componer e interpretar que, lamentablemente, parece que se va perdiendo día a día.
Puedes escuchar Eli and the Thirteenth Confession de Laura Nyro en Spotify.
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