sábado, 29 de marzo de 2008

Hanne Hukkelberg: Little Things

Cuesta creer que sea un álbum de debut. Publicado originalmente en 2004 en Noruega y editado en 2005 para el resto de Europa, Little Things supone la irrupción de la oslense Hanne Hukkelberg en el panorama musical. Sorprende por su indiscutible madurez.
Little Things es una propuesta sólida, arriesgada, y que nos demuestra que Hukkelberg tiene un discurso propio que mostrar a los oyentes más interesados en nuevas mezclas de influencias y sonoridades. En este sentido, el título del disco no puede ser más apropiado. Las canciones están formadas por melodías preciosistas, de las que se encarga la dulce voz de la artista noruega, y por diversidad de instrumentos (guitarras, clarinetes, teclados...) y pequeños ruidos - ya sean electrónicos o elegidos directamente de herramientas de cocina - que se infiltran en las piezas para dotar de más profundidad y una exquisita dispersión rítmica a las composiciones. El origen nórdico de Hukkelberg se adivina en todo momento, gracias a armonías heladas al estilo de Björk (los compases finales de "Balloon" podrían formar parte del maravilloso Homogenic de la islandesa) o de compatriotas como Kaada. "Cast Anchor", "Do Not As I Do" y "Boble" son sólo pequeñas canciones que nos enseñan de lo que es capaz esta cantante de Oslo. 
En Little Things encontramos una fusión entre jazz, electrónica, música de cabaret, rock, pop y música experimental. Una mezcla destilada con las manos de Hanne Hukkelberg, una artista que pasa automáticamente de futura promesa a cantante consolidada. 

Do Not As I Do
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Boble
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miércoles, 26 de marzo de 2008

Iron and Wine: The Shepherd's Dog

Iron and Wine, alma tranquila bajo la que se esconde el barbudo Sam Beam, tiene la capacidad para hacer álbumes de producción sencilla y canciones frágiles, como ya hizo en 2004 con el recomendable Our Endless Numbered Days, y continuar andando por esta senda reformulando su sonido y explotando su personalísima voz, como ha hecho recientemente (en 2007) con el magnífico The Shepherd's Dog
El hasta ahora último disco de Iron and Wine presenta una sonoridad mucho más densa que sus antecesores. En cada canción se van sucediendo diferentes recursos, ya sean los coros vocales, la indispensable percusión, los pianos, las cuerdas... Elementos que ya había enseñado anteriormente pero de un modo más tímido. Y es que, sin dejar de dar el protagonismo a su inseparable guitarra - de la que es un excelente ejecutor -, Beam construye The Shepherd's Dog bajo la tutela de un acompañamiento que hace elevar a la máxima potencia la emoción de sus composiciones. Por otra parte, y aunque una de las cualidades del disco sea el hecho de que no hay piezas que destaquen por encima de otras (con lo que logra una preciada homogeneidad que hace no perder el interés en el conjunto), sí que es en las imperdibles "White Tooth Man", "House By The Sea", "Wolves (Song Of The Shepherd's Dog)", "Resurrection Fern" y "Boy With A Coin" donde el álbum llega a sus puntos álgidos. Mientras tanto, "Carousel" nos recuerda a otros artistas folk como Sufjan Stevens, y la sorprendente "The Devil Never Sleeps" dibuja una inevitable sonrisa en nuestra cara. 
The Shepherd's Dog es un álbum calculado al milímetro. Nada sobra y nada falta. Hipnótico, adictivo y disfrutable al 100%, se perfila como uno de los discos de la década y el más redondo de Iron and Wine

Boy With A Coin

The Devil Never Sleeps (Live on Letterman)

White Tooth Man


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miércoles, 19 de marzo de 2008

Antònia Font: Coser i cantar

Como no podía ser de otra forma, el primer recopilatorio de Antònia Font, titulado Coser i cantar (2007), no tiene nada de convencional. La revisión de las canciones de sus 4 últimos discos se convierte en una fusión ecléctica de música clásica, electrónica y pop de fiesta, que refuerza la personalidad galáctica del grupo balear.
Aunque a veces el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Bratislava - por otra parte, excelente - no aporta grandes cambios en los temas que ya habíamos oído en los álbumes A Rússia (2001), Alegria (2002), Taxi (2004) y Batiscafo Katiuscas (2006), sí que hay canciones que se ven sorprendentemente modificadas, como la pieza instrumental "Vehicle Llunar", que se transforma en una pequeña sinfonía y que sirve para cerrar este recopilatorio. "Tokio m'és igual", "Robot", "Dins aquest iglú" y "Tots es motors" suenan más emocionantes que nunca, mientras que los arreglos hechos para los clásicos "Alegria", "Wa Yeah" o "Mecanismes" nos transportan a las películas musicales al más puro estilo hollywodense. En cambio, "Productes de neteja" muestra un sonido mucho más experimental, añadiendo una distorsión a la orquesta que vuelve a dejar claro que Antònia Font no pierden nunca su capacidad para sorprender. Una característica que los ha definido como grupo durante sus 10 años de existencia y de la que vuelven a hacer gala con Coser i cantar.
Y es que es Coser i cantar no se puede considerar un "grandes éxitos"; es más bien un resumen de la original carrera de Antònia Font. Una excelente excusa para volver a escuchar canciones que nos llevan de viaje a la Luna.

Alegria



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sábado, 15 de marzo de 2008

Portishead: Third

Como ya va siendo habitual en los últimos años, uno de los discos más esperados y que ha creado más expectativas de este 2008 se ha filtrado en internet con bastante antelación respecto a la fecha oficial de lanzamiento. Ya se puede encontrar, escuchar y disfrutar de Third, el tercer disco de estudio (el segundo fecha de 1998) de Portishead, que a mediados de abril estará en las tiendas.
Engaña la simplicidad de su título; el nuevo álbum de la banda liderada por los siempre excelentes Beth Gibbons y Geoff Barrow, supone una reinvención de su sonido, aportándole diversos elementos de la música ambiental y mucha más densidad electrónica, acercándose en momentos al dubstep. En este sentido, se puede afirmar que los destellos trip-hop con los que Portishead dio la vuelta al mundo, han quedado en un segundo plano (a excepción de algunas canciones, como la inicial "Silence" o las soberbias "Plastic" y "Magic Doors") y han dejado paso a una experimentación que no dejará indiferente a nadie. También hay lugar para un tema inexplicablemente folk, "Deep Water", y para "Hunter", que nos hace recordar al magnífico disco de la propia Beth Gibbons con Paul Webb (a.k.a. Rustin Man), Out Of Season, pero añadiendo sintetizadores y programaciones de ordenador.
En conjunto, Third deja un sabor agridulce. Sus 11 canciones son altamente recomendables, tienen una indiscutible calidad compositiva, la voz de Gibbons sigue emocionando como siempre, pero sus atmósferas crean una sensación sorprendente, oscura, extraña. Y una imparable adicción.

Magic Doors


Hunter


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miércoles, 12 de marzo de 2008

Supertramp: Crime Of The Century

Después de dos primeros discos que llevaron a los polifacéticos Supertramp al borde de la disolución, la banda renació en 1974 con Crime Of The Century, que, junto al multiplatino Breakfast In America (editado en 1979), les reportó sus mejores tiempos, tanto en lo comercial como en lo musical. La base de este éxito fueron unas canciones atemporales que, sin dejar de ser complejas, gozaban de unas melodías aptas para todos los gustos y oídos.
Cuando se publicó Crime Of The Century, los también ingleses Pink Floyd estaban en el momento más dulce de su carrera. Era la suculenta etapa del rock progresivo y sinfónico, del apogeo de bandas como Génesis. Y Supertramp también empezaron a ser un referente de la época, gracias, por encima de todo, a dos hits que mostraban un lado mucho más pop de ese panorama musical: los exitosos -y ya clásicos- "Dreamer" y "Bloody Well Right". Crime Of The Century presentaba un sonido extrañamente nítido y transparente, con una presencia omnipresente de los teclados, unas guitarras que podían tocar tanto funk como heavy-rock, una parte rítmica con multitud de recursos (escogidos con mucho gusto) y una sección de vientos que pasaba continuamente de un papel secundario a ser la protagonista. En este sentido, la apoteósica canción que da título al álbum es un claro ejemplo de las posibilidades melódicas que ofrecía el quinteto británico.  
Crime Of The Century mezcló y sintetizó, con una ejecución impecable, las influencias y movimientos de los años '70. Esas características dotaron a la música de Supertramp de una personalidad única, que acabaron de explotar en los discos posteriores, especialmente en el citado Breakfast In America. 

Crime Of The Century
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School (Live)

Dreamer (Live)


Rudy (Live)

Bloody Well Right (Live)


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