viernes, 3 de febrero de 2012

Contracrítica: Adore, de The Smashing Pumpkins

Adore (1998) es un ejemplo paradigmático de álbum que marca un antes y un después en la carrera de una banda. Con él, The Smashing Pumpkins renunciaron casi por completo a los contundentes guitarrazos de los temas que les llevaron a convertirse en un grupo indispensable de los 90. Un cambio que fue más o menos bien recibido por la crítica (8,1/10 en Pitchfork, 3,5/5 en Allmusic y en Rolling Stone, 4/5 en Mondosonoro), pero que el público pareció no aceptar positivamente: se considera el primer fracaso comercial de la banda, que continuaría en declive hasta su disolución -no definitiva- en el año 2000. Así pues, más que hablar de "contracrítica", hoy toca hablar de "contrapúblico".

Es ver la portada y el precioso artwork de Adore y entender que poco o nada tienen que ver estos Smashing Pumpkins con los de Siamese Dream (1992) o Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995). Blancos y negros, estética gótica, oscuridad. Rasgos que se trasladan al álbum y a todas y a cada una de sus canciones. Lejos quedan las potentes "Siva", "Cherub Rock" o "Bullet with Butterfly Wings": es el momento de la introspección, de los ritmos retorcidos, de la sutileza electrónica, de las letras nostálgicas.

Billy Corgan y los suyos no se andan por las ramas y en el primer tema de Adore, la bonita y acústica "To Sheila", ya nos introducen su total cambio de actitud. Sin dar ninguna tregua, aparece "Adore", una canción envenenada, una declaración de amor que ninguna chica en su sano juicio le gustaría escuchar. "Perfect", en cambio, es la otra cara de la moneda. Optimista y brillante, cuenta la historia de una separación con muchas cosas todavía por decir.

Ambientadas siempre en melodías profundas y sintetizadores oscuros, las canciones de Adore se van sucediendo una tras otra como pequeñas gotas de un llanto que parece no tener fin, y a uno le da la sensación que cada una es más amarga que la anterior. "Daphne Descends" estremece por su sinceridad, mientras que "Once Upon A Time" es tal vez la canción más hermosa que jamás ha escrito Corgan en cualquiera de sus múltiples proyectos.

"Tear", "Crestfallen", "Shame" y "Appels + Oranjes" ayudan a reforzar la imagen poética, evocadora y un tanto siniestra de estos inspiradísimos Smashing Pumpkins. En "Pug" vuelve la fuerza, la rabia (siempre contenida) y la potencia de "Adore", y en "The Tale Of Dusty and Pistol Pete" encontramos directamente la mejor letra de Corgan.

Por contra, es inexplicable la inclusión de una canción como "Annie-Dog" en todo este entorno. La única mancha en un disco que significaría, inmerecidamente, el inicio del fin de los Smashing Pumpkins. Quizás ya lo intuían y lo que escuchamos en Adore es tan solo una despedida demasiado anticipada.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

gran disc que em porta molts bons records... per cert, recordes el VHS gravat de l'sputnik del concert de bilbao?? pell de gallina

dani

Jordi Iglesias Sayol dijo...

Hombre, gràcies a aquell vídeo i a tu conec aquest disc. Bé, de fet crec que gràcies a tu conec els Smashing ;)

Si vols recordar el concert de Bilbao que tantes vegades vem veure, està al YouTube (fins i tot amb els subtítols en català!):

http://www.youtube.com/watch?v=3ztcB6no5es