martes, 17 de junio de 2008

Steely Dan: Countdown to Ecstasy

Steely Dan es uno de esos grupos clásicos que, inexplicablemente, no han conseguido (al menos en nuestro país) la resonancia comercial posterior de algunos de sus coetáneos - véase The EaglesAmerica o Supertramp. Sin embargo, Countdown to Ecstasy (1973) es, a todas luces, un disco imprescindible para todo aquél aficionado a los álbumes rock de la década de los '70.
Mientras muchas bandas de la época buscaban sus singles perfectos mediante la mezcla del country, el rock y el inminente pop, los estadounidenses Steely Dan empezaron a explorar los caminos que fusionaban distintos géneros musicales, con una gran influencia del jazz y el blues. El resultado aportaba grandes dosis de creatividad y complejidad a sus temas.  Countdown to Ecstasy es el ejemplo perfecto para demostrar que la virtuosidad y el sopor (en términos de musicalidad) no siempre van de la mano, que la técnica no está reñida con grandes canciones y melodías. Porque sí, Steely Dan tenían una capacidad técnica más que remarcable, pero sus solos e intervenciones instrumentales no hacían más que ampliar enormemente las posibilidades de las estructuras y armonías de sus canciones. 
Además, Countdown to Ecstasy es un disco con multitud de colores. En él se citan desde el funk-rock de "King Of The World" hasta el bossanova pop de "Razor Boy", pasando por el casi-hard-rock de la sublime pieza inicial "Bodhisattva" y el más-clásico-imposible de "Show Biz Kids" y "My Old School".
Steely Dan se convirtieron en un referente indiscutible para el gran número de bandas que intentaba encontrar nuevas respuestas a la ebullición musical de los '70. Countdown to Ecstasy supuso una evolución y una exploración sobresaliente de las posibilidades del jazz, el rock, el blues y tantos otros géneros que se encargaron de incluir en el que es quizás su disco más recordado y admirado.

Bodhissatva


Show Biz Kids


Razor Boy


King Of The World


My Old School

jueves, 12 de junio de 2008

Kaki King: Dreaming of Revenge

"Bone Chaos in the Castle" y "2 O'Clock", primer y último tema (respectivamente) del nuevo disco de la excelente guitarrista y cantante Kaki King, son toda una declaración de intenciones. Dreaming of Revenge (2008) es uno de los mejores álbums de la artista estadounidense y el más completo de todos.
Moviéndose continuamente entre temas instrumentales y canciones en las que King también canta, en Dreaming of Revenge encontramos una obra atemporal, de difícil clasificación genérica y de una belleza extraordinaria. 
Aparte de ser una guitarrista con una técnica y sonoridad privilegiadas (ya sea con su especialidad, el tapping, o interpretando bonitas melodías, arpegios y acordes), King demuestra ser una compositora de calidad indiscutible. Las canciones de Dreaming of Revenge logran lo más difícil: transformar la complejidad en sencillez, resultando accesibles a todos los paladares sin dejar de lado el cierto grado de experimentación que caracteriza a la estadounidense. "Montreal" es una buena muestra de esto último, mientras "Life Being What It Is" es un vertadero himno folk, "Saving Days in a Frozen Head" es un pequeño tesoro pop, "Air and Kilometers" puede ser la mejor pieza instrumental del disco y "Pull Me Out Alive" es, sencillamente, una de las canciones del año.
Pero si por algo destaca Dreaming of Revenge es por su gran variedad, que hace que los temas citados sólo sean diminutas piezas del enorme universo creativo de Kaki King.

Pull Me Out Alive

domingo, 8 de junio de 2008

Sigur Rós: Takk...

Takk... significa "Gracias..." en islandés. Y también es el cuarto disco de Sigur Rós, uno de los grupos más sorprendentes, admirados (y por lo tanto, también odiados) de la última década; una banda que nunca deja indiferente a sus seguidores y que promete grandes dosis de emoción, delicadeza y potencia a partes iguales.
Después de lograr un éxito abrumador en la pequeña gran Islandia por el sobresaliente Ágætis byrjun (1999) y empezar a oír inexplicables críticas por () (2002), Sigur Rós se lanzaron al vacío con Takk... (2005), que si bien no presentaba demasiados cambios respecto a sus anteriores entregas, sí que mostraba una cara más brillante, alegre (a su manera) y fuerte de su música. 
Su carta de presentación, "Glósóli", acaba con uno de los momentos más impactantes de su carrera, gracias a un sonido desgarrador pero siempre cuidado, que disipa con contundencia todas las dudas que se habían podido generar entorno a la propuesta de Sigur Rós. Precisamente, uno de los puntos más remarcables de Takk... se encuentra en su producción, que busca siempre el límite pero que nunca lo sobrepasa, deteniéndose en el punto justo para provocar el efecto deseado en el oyente. Y es que los islandeses son expertos en generar atmósferas emocionantes, ya sea con grandes dosis de potencia, con crescendos llenos de intensidad o con melodías preciosas y oníricas. Y todo, absolutamente todo, lo encontramos en Takk...
La citada "Glósóli", la maravillosa "Hoppípolla", la abrumadora "Sæglópur" o la indescriptible "Gong" deberían ser motivos más que suficientes para no dejarse perder Takk... y uno de los grupos más originales y creativos que se pueden encontrar hoy en día. Y, si no, sus vídeos harán lo propio. Takk, Sigur Rós

Glósóli

Hoppíppolla

Sæglópur

Gong (Live)


(¿Cómo instalo Spotify?)

jueves, 5 de junio de 2008

Nubla: Voayeur

Nubla, pseudónimo de Luciana Carlevaro, es una de las artistas surgidas del prolífico fenómeno del mestizaje barcelonés. En concreto, su mezcla, presentada en Voayeur (su álbum de debut, publicado en 2005) se mueve entre el pop, el hip hop, el trip hop, la electrónica y el flamenco.
Acompañado de esas bases rítmicas a lo Portishead que tan bien le quedan, Nubla crea y escribe melodías y letras pegadizas. Su portentosa voz demuestra una gran versatilidad y una extensa variedad de registros, en concordancia con sus canciones: a veces es sensual ("Tigresa"), a veces dulce ("Japan"), a veces más brillante ("Al agua") y a veces más oscura ("Nube negrita" - espléndida, por cierto). 
Los 10 temas de Voayeur son un soplo de aire fresco al panorama nacional, tratando un estilo poco cultivado en nuestro país, importado directamente de la década de los 90 inglesa y adaptándolo a un acento cercano al flamenco. Sin embargo, donde mejor funciona la propuesta de Nubla es en las canciones que van un poco más allá: la increíble "Malquerida" (en el que incorpora un piano de lo más jazz), "Tiembla el Sol" (con un ritmo tan contagioso como su estribillo) y "Cayéndose" (con unos coros totalmente hipnóticos) son los puntos más álgidos de este disco lleno de detalles.
Voayeur no defrauda en ningún momento. Nubla nos entrega una propuesta original y cautivadora que logra mantenernos expectantes a todos sus movimientos, a la canción que sigue, a una frase, a un estribillo. Y eso lo consiguen pocos - muy pocos. 

Malquerida


Tiembla el Sol


Cayéndose 


(¿Cómo instalo Spotify?)

domingo, 1 de junio de 2008

Burial: Untrue

¿Que quién es Burial? Nadie lo sabe. Y tampoco es necesario saberlo si nos brinda discos tan misteriosos y oscuros como Untrue (2007), que incrementan la sensación de encontrarnos ante un proyecto fantasma y realmente adictivo.
Con tan sólo dos discos publicados, el londinense Burial se ha convertido en un referente e influencia indispensable en el panorama electrónico británico y mundial. De hecho, hay quien le considera el máximo exponente del dubstep, género que surgió de la escena underground inglesa a principios del 2000 -tal vez como evolución natural del drum'n'bass- y que encontró en el debut homónimo de Burial (publicado en 2006) una de sus materializaciones más notables. En Untrue, nos volvemos a encontrar a un inspiradísimo mezclador de pequeños sonidos retorcidos, servidos de tal forma que puede llegar a ser un álbum que le interese tanto al aficionado a la experimentación y a la electrónica más avanzada como al que nunca le ha llamado la atención la música computerizada.
Trenes en túneles, pseudo-melodías vocales, orquestaciones muy graves, constantes ecos, música ambiental y un ritmo profundo y nocturno son algunos de los ingredientes que hacen que Burial siga recibiendo tantos elogios como críticas por su aparente exceso de minimalismo y por su también aparente monotonía temática. "Ghost Hardware", "Archangel", "Homeless" y "Untrue" se encargan de disipar dudas sobre uno de los discos más alabados de 2007.
El que se esconde detrás de la máscara de Burial se ha ganado a pulso la etiqueta de renovador de lenguajes y sigue sin dar la cara. Y no molesta, aunque no paremos de preguntarnos qué clase de artista puede ser capaz de componer un álbum tan lleno de interrogantes como Untrue.

Archangel (no oficial)


Ghost Hardware (no oficial)