jueves, 1 de marzo de 2012

Howlin Rain: The Russian Wilds

No hace tantos años, el rock era uno de los estilos musicales con más seguidores. ¿Recuerdas? Ese rock que escuchaban nuestros padres, que pasó a nuestras manos y que, sin saber muy bien por qué, pareció desvanecerse progresivamente. Ese rock lleno de buenos riffs, de poder vocal, de ritmos imparables, de virtuosos solos de guitarra. Ese mismo rock que, afortunadamente, aún se mantiene vivo (aunque con cuentagotas) gracias a bandas como la californiana Howlin Rain, liderada por el incombustible Ethan Miller.

Después de un notable debut (Howlin Rain, 2006) y un sobresaliente disco de confirmación (Magnificient Friend, 2008), los de San Francisco publicaron el pasado día de San Valentín su álbum más completo hasta la fecha: The Russian Wilds (2012). En él mantienen la misma fórmula revitalista y revisionista, pero esta vez llevan su rock de raíces clásicas un paso más allá, añadiendo ingredientes propios de otros estilos y épocas y mezclándolos con una facilidad asombrosa, sólo al alcance de los grandes.

Si te gusta el rock, en The Russian Wilds podrás apreciar ecos de multitud de leyendas del género, desde Eagles hasta Supertramp, pasando por America o The Allman Brothers. Así, por ejemplo, en "Phantom In The Valley" (uno de los temas más destacados del álbum), escucharás un cruce imposible entre "Hotel California" y cualquiera de las jams latinas de Santana. Y verás como salen victoriosos.
 
"Self Made Man", la encargada de abrir el disco (elección muy acertada, por otra parte), ya muestra todas las cartas de The Russian Wilds. Suena añeja, a canción que tu padre pondría en casa hace 20 años en un vinilo por el que ahora pagaríamos una fortuna, pero también tiene un no-sé-qué de moderna y original. Posiblemente el magnífico productor Rick Rubin es el responsable.    

Además, Miller canta mejor que nunca, como demuestra en "Can't Satisfy Me Now", "Strange Thunder" y en esa maravilla medianamente psicodélica titulada "Dark Side". "Walking Through Stone" pone el broche de oro final, antes de "...Still Walking, Still Stone", un divertimento a modo de coda que une bossa nova, jazz y, como no, rock. Porque si algo es The Russian Wilds es un álbum de rock. Ese rock que Howlin Rain reivindican como nadie y que, en sus manos, parece que todavía está muy vivo.





Puedes escuchar The Russian Wilds de Howlin Rain en Grooveshark.

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