
La cantante y compositora estadounidense Dayna Kurtz tiene una de esas voces difíciles de olvidar. Una de esas voces que nos evocan a los shows de cabaret, a los bares nocturnos, al humo, a los corazones rotos. Sus canciones son el escenario ideal para que nos muestre su enorme capacidad interpretativa. Postcards From Downtown (2002) es el disco con el que se dio a conocer.
Si hay alguien capaz de poner encima de la mesa gran parte de la historia de la música moderna norteamericana y trasladarla a su terreno, esa persona probablemente es Dayna Kurtz. Lo ha demostrado a lo largo de su carrera, empezando por Postcards From Downtown, un híbrido de jazz, soul, folk y blues.
Acompañada por su inseparable guitarra acústica y una banda de músicos que hacen vibrar aún más si cabe sus composiciones, Kurtz nos entrega una colección de canciones que, tal y como dice el título del disco, parecen haber sido escritas en el centro de una gran ciudad. "Fred Astaire" es el tema inicial, una suerte de vals que nos deja la boca abierta con su magnífico estribillo. "Somebody Leave a Light On" es un cambio de estilo, mucho más oscuro y enérgico, en el que podemos escuchar a uno de los descubridores de Kurtz, el cantante folk Richie Havens. "Last Good Taste" es un blues a la altura de la mejor Nina Simone. "Paterson" contiene fragmentos que alcanzan una emoción casi insoportable. "Postcards From Downtown" es un medio tiempo de esos en los que Kurtz se desenvuelve perfectamente. Y "Love Gets in the Way" y "Miss Liberty" son tal vez las canciones más destacadas, en las que podemos escuchar a la cantante norteamericana en su máximo esplendor.
Postcards From Downtown es uno de esos discos que muy de vez en cuando nos sorprenden con canciones atemporales. Y Dayna Kurtz se ha convertido ya en una de las voces más personales de la actualidad.
Love Gets in the Way (Live)
Postcards From Downtown (Live)