The Decade in News Photographs, de The Big Picture: Una multitud de percusionistas tocan durante la Ceremonia Inaugural de los JJ.OO. en Beijing 2008. Getty Images / Adam Pretty
Capítulo 3. La herencia del grunge y las súper bandas. (2)
El mismo Mike Patton también fue, aunque muy a su pesar, uno de los precursores de la oleada de grupos etiquetados bajo el polémico e impreciso paraguas del nu metal, caracterizado por la fusión del rock con estilos como el rap o el funk. De este subgénero creado en los 90 han perdurado más bien pocas propuestas destacables. Entre ellas, Incubus, Deftones y System Of A Down (SOAD).
Los californianos Incubus, liderados por Brandon Boyd, han evolucionado y modificado su sonido durante la década 2000-2009, alejándose de sus contundentes inicios para acercarse cada vez más a canciones de pop-rock "convencional", sin dejar de lado una personalidad forjada en casi 20 años de carrera. Se trata de un ejemplo paradigmático de continua transformación, que se hace patente en sobresalientes discos como Make Yourself (2000) o A Crow Left Of The Murder (2004).
En cambio, Deftones han mantenido intacta su versión más oscura del nu metal - que ya presentaron a mediados de los 90 con el influyente debut Adrenaline (1995) -, aunque han ido creciendo en cada entrega para acabar conformando una de las bandas más relevantes e indispensables del rock actual. Y es que los de Chino Moreno han facturado dos de los álbumes más exitosos de esta década: el claroscuro White Pony (2000) y el autorreferencial Deftones (2003).
A los separados-pero-no-disueltos SOAD el éxito les llegó en 2001, con la publicación de Toxicity, el que tal vez sea su disco más redondo hasta la fecha. Sus constantes cambios de ritmo, sus incontestables riffs y alguna que otra melodía pegadiza convirtieron este álbum en un clásico del género, y a canciones como "Chop Suey" en uno de los temas más escuchados de los últimos años. En 2005, SOAD editaron un ambicioso proyecto en formato doble disco, Mezmerize y Hypnotize, que recibió excelentes críticas del público y de la prensa especializada.
De las múltiples tendencias musicales que han resurgido durante la primera década del Siglo XXI, hay dos especialmente fructíferas que hacen referencia al rock y que están entrelazadas entre sí: la vuelta al sonido de los 70 y el garaje. Tal vez los grupos que mejor representan este regreso a los orígenes son, por una parte, The White Stripes, The Black Keys y The Strokes y, por otra parte, The Darkness y Mother Superior.
El famoso dúo Jack - Meg White (The White Stripes), así como el que forman Dan Auerbach y Patrick Carney (The Black Keys), practican rock con fuertes influencias del blues, ambos con instrumentaciones y grabaciones tan rudimentarias como efectivas. De los primeros destacan su impactante White Blood Cells (2001), su consagración Elephant (2003) y sus inolvidables canciones "Fell in Love with a Girl" y "Seven Nation Army". En cuanto a The Black Keys, se hace necesario mencionar sus sobresalientes Thickfreakness (2003) y Rubber Factory (2004), álbumes que no deberían faltar en la discoteca de ningún rockero que se precie. The Strokes, aunque más cercanos al indie que al sonido bluesero de las dos parejas anteriores, comparten el mismo espíritu revival. Y les ha ido medianamente bien: los discos Is This It (2001) y Room On Fire (2003) están repletos de canciones-himno, mientras que su última entrega, First Impressions of Earth (2006), no deja claro qué camino seguirán ni si serán capaces de repetir los éxitos logrados antaño.
Por otra parte, el auténtico sonido rock de los 70 volvió, por un período de tiempo quizás demasiado breve, con los olvidados The Darkness. La particular voz de Justin Hawkins y las brillantes composiciones que formaron Permission To Land (2003) y One Way Ticket to Hell... And Back (2005) les catapultaron automáticamente a lo más alto del rock británico. Lamentablemente, su ascenso fue tan rápido como su separación. Pero no todo está perdido para los aficionados al rock más añejo: mientras los estadounidenses Mother Superior sigan en pie, hay esperanza.
Y, viendo en perspectiva la década 2000-2009, podemos confirmar que también hay esperanza para el futuro del rock más contundente. Nuevas bandas con nuevos discursos, como The Mars Volta o Biffy Clyro, nuevas bandas con discursos no innovadores pero de gran calidad, como Dredg, o bandas que no son nuevas pero que siempre tienen discursos interesantes, como Nine Inch Nails o Cave In, garantizan la buena salud de un género que aún tiene mucho que decir.
1 comentario:
i (L) A los separados-pero-no-disueltos
Publicar un comentario