miércoles, 18 de febrero de 2009

The Cranberries: No Need to Argue

El primer disco de The Cranberries, el recomendable Everybody Else Is Doing It, So Why Can't We? (1993), contenía uno de los discursos más personales dentro del rock de los 90. En 1994, los irlandeses publicaron No Need to Argue, que significaría el triunfo y la consolidación de esta propuesta musical liderada por Dolores O'Riordan
La particular voz de O'Riordan (tan admirada y odiada), con sus característicos gallos y cambios de registro, tiene el papel protagonista de unas canciones de cariz mayoritariamente melancólico, que versan sobre diversos aspectos de la infancia, de las relaciones personales y de las relaciones sentimentales.
Sin olvidar auténticos hits generacionales como "Zombie" o "Ode to My Family", en No Need to Argue se dan cita un conjunto de composiciones que hacen que probablemente este sea el álbum más completo de The Cranberries y un referente de la pasada década. "I Can't Be With You", uno de sus temas más populares, tiene un estribillo tan eficaz que aún hoy resuena en nuestros oídos, mientras que "Disappointment" tiene unos claroscuros sonoros sobrenaturales. Pero, sorprendentemente, la fórmula de los irlandeses mejora todavía más cuando mezclan la rabia y la tristeza: "Ridiculous Thoughts" y "The Icicle Melts" son claros ejemplos de esto último.
Tal vez la enorme virtud de The Cranberries (sobretodo en sus inicios) y de No Need to Argue radica en saber transmitir una visión totalmente personal de la música rock a través de canciones universales. Y eso lo pueden decir muy pocos.

Zombie 


Ode to My Family

Disappointment

Ridiculous Thoughts

I Can't Be With You

The Icicle Melts (Live)

lunes, 9 de febrero de 2009

Josele Santiago: Las golondrinas etcétera

Reconozco que nunca presté mucha atención a Los Enemigos. Pero eso no impidió que cuando llegó a mis manos el debut en solitario de Josele Santiago, titulado Las golondrinas etcétera (2004), éste se convirtiera en uno de los discos nacionales que más buen sabor de boca me ha dejado desde entonces. 
Pocas veces un álbum tan variado da tan buenos resultados. Da la sensación que Santiago se propone enseñar su nuevo rumbo a base de continuos cambios estilísticos, sin perder nunca la esencia de unas composiciones sobresalientes tan lírica como musicalmente. 
"Olé papa", el primer corte de Las golondrinas etcétera, empieza con relativa calma, pasa por un memorable estribillo y acaba con un final lleno de fuerza, en el que los intérpretes parecen divertirse como nunca. Aunque lo mejor está por llegar: la pegadiza "Cuatro días" y la maravillosa "Con las manos vacías" constituyen un tándem inigualable que demuestra como nunca el extenso imaginario propio de Josele Santiago. La personal voz del cantante madrileño se hace notar especialmente en "Borrico" y en "Soldado limpiando un fusil", dos introspectivas piezas en las que sólo se hace acompañar por su guitarra. Las piezas más rítmicas se encuentran en la rápida "Tragón" y en el tremendísimo pop de "Viento Sur", mientras que "Sin perdón, dormid" es la perfecta guinda que da por acabado un disco que no dejaríamos acabar.
Las golondrinas etcétera fue nombrado disco nacional del año 2004 en Rockdelux y en Rolling Stone, mientras que otros medios especializados como Mondosonoro lo incluyeron en su particular top 10. Con estas referencias poco más se puede añadir a este excelente debut de un libre (¿liberado?) Josele Santiago.

Olé papa

Con las manos vacías