lunes, 17 de noviembre de 2008

Sigur Rós: St. Jordi Club (BCN), 13-11-08

Los islandeses Sigur Rós dieron el pasado jueves 13 de noviembre una lección de talento, creatividad y espectáculo encima del escenario. Ante un público tan numeroso (la actuación tuvo que trasladarse de la sala Razzmatazz al St. Jordi Club) como entregado, el cuarteto exhibió con fuerza un repertorio que ya empieza a estar plagado de clásicos.
A falta de acompañamiento orquestal, Sigur Rós echaron mano de la potencia que ya está presente en sus discos - especialmente en sus últimas entregas. Sin embargo, el concierto empezó con un breve repaso de lo que para muchos sigue siendo su obra cumbre: Ágætis Byrjún. "Svefn-g-englar" y "Ný batterí" nos pusieron en contexto después de la actuación de los teloneros, For a Minor Reflection (también islandeses), que estuvo llena de buenas intenciones aunque desprendió una inevitable sensación de déjà vu, con su propuesta instrumental similar a Mogwai y a los propios Sigur Rós.

For a Minor Reflection

Después del emocionante paseo por Ágætis Byrjún, Jónsi y los suyos empezaron a interpretar canciones de Takk... y del nuevo Með suð í eyrum við spilum endalaust. Si más de uno ya creía que estos dos álbumes acercaban a Sigur Rós a una sonoridad más pop, en directo pudieron recoger argumentos de sobra para defender su teoría. "Glósóli", "Hoppípolla", "Sæglópur", "Gobbledigook" y "Inní mér syngur vitleysingur", esta última con explosión de confeti incluida, fueron las canciones más aplaudidas de un concierto en el que los islandeses mostraron una cara menos introspectiva que en sus discos pero infinitamente más brillante. El interminable crescendo de la final "Untitled 8 (Popplagið)", del injustamente menospreciado (), fue, literalmente, de vértigo.
También fueron destacables la escenografía y los juegos visuales que pudimos ver detrás de los componentes de la banda. Habían cámaras escondidas que filmaban a los músicos in situ, y la filmación se reflejaba en una pantalla-cortina con impactantes efectos. Cuando se corrió la cortina, dejó al descubierto una especie de galaxia formada por planetas y estrellas que arropó a la perfección a Jónsi para cantar la preciosa "All Right".

Jónsi logró emocionar con su particular e incombustible voz

En definitiva, el concierto de Sigur Rós acabó por confirmar que son uno de los grandes. Y que su directo es uno de los espectáculos musicales más emocionantes, coloristas y sensacionales que se pueden ver hoy en día.

Gobbledigook (Live)

Inní mér syngur vitleysingur (Live)


Glósóli (Live)

3 comentarios:

Jordi Iglesias Sayol dijo...

I gràcies a la Ester per regalar-me les entrades!

:)

Anónimo dijo...

Gràcies, Ester!

marcel pascual dijo...

Buen artículo!
Aunque no pude ir al concierto (mecachis!), lo que comentas confirma mis ideas acerca de Sigur Ros: la combinación de monumentos de referencia, como son Ágætis Byrjún, con las consecutivas reflexiones sobre ellos mismos y su música (Með suð í eyrum við spilum endalaust suena más pop, si, i que? siguen siendo muy buenas canciones de sigur ros...) hacen que el grupo siga siendo interesante y genial!

Por cierto, encuentro sumamente curioso el video Gobbledigook (Live with bjork). Aparte del gracioso uso desacomplejado que hacen en general de la percusión, BJORK colabora entusiasmada únicamente dando mamporrazos a un pobre tambor! que cosas tienen los islandeses

Un saludo!